Decorar nuestra casa puede terminar siendo una tarea bastante más compleja de lo que cabría suponer en un principio. Y es que muy a menudo, inicialmente no tenemos en cuenta elementos básicos que acaban jugando un papel determinante en la decoración de nuestro hogar. Podemos encontrar un claro ejemplo precisamente en los sofás. Por eso hoy nos apetece hablar sobre cómo lavar las fundas de sofá.

Adquirimos fundas precisamente con la intención de preservar los sofás en perfecto estado durante el mayor tiempo posible. Y sí, realmente es una forma estupenda de hacerlo (por no decir la mejor), con el añadido de brindarnos la posibilidad de agregar un elemento decorativo. Pero utilizar fundas en nuestro sofá pierde un poco de sentido si a la hora de la verdad no nos tomamos la molestia de cuidarlas y mantenerlas limpias. ¿Qué sentido tiene querer proteger un sofá si luego no cuidamos la funda que lo cubre y protege?

Tanto por ser prácticos, como por higiene y decoración, es muy recomendable disponer de al menos dos juegos de fundas de sofá. Y si se trata de tonos diferentes, pues mejor que mejor. De esta manera, bajo la excusa justificada de ir cambiando las fundas para su lavado, adoptaremos con mayor facilidad una rutina de quitarlas cada pocas semanas, mientras ponemos las otras fundas, dando otro estilo a la estancia.

¿Cada cuánto tiempo deberíamos lavar las fundas del sofá?

Siempre acostumbramos a dar consejos respecto al tiempo razonable para lavar los edredones, las almohadas… Sin embargo en el caso de las fundas de sofá, sí que podemos decir claramente que cada casa es un mundo. Es muy complicado determinar cada cuánto tiempo sería recomendable lavarlas. En algunos hogares el sofá apenas se utiliza, mientras que en otro prácticamente siempre está ocupado. Hay casas en las que conviven mascotas o niños pequeños… ¡o incluso ambos! Y por supuesto, también dependerá de si puntualmente tenemos manchas complicadas.

Lavar las fundas de sofá

En realidad, limpiar las fundas de sofá, por normal general, es un proceso realmente sencillo. Podemos hacerlo directamente con nuestra lavadora (una lavadora normal de 5 kilos debería ser más que suficiente para la inmensa mayoría de fundas, tanto por espacio como para que queden bien). Además no hay necesidad ni de lavar en seco ni de hacer uso de la secadora. Es más, de hecho sería recomendable no utilizar nunca una secadora para secar nuestras fundas de sofá, ya que si éstas acaban encogiendo, por muy poquito que sea, podrían no adaptarse bien a nuestro sofá. Por otro lado, en el caso de no existir manchas delicadas, ni siquiera sería necesario aplicar ninguna clase de producto especial.

Comprar fundas de sofá

A la hora de adquirir unas fundas, siempre merece la pena buscar fundas de sofá de calidad. Y es que si nos tomamos la pequeña molestia de cuidarlas como es debido, podremos disponer de ellas durante mucho tiempo. Cuidándolas bien, es muy probable que las terminemos cambiando por cansarnos de ellas, no por estar desgastadas.

No menos importante sería asegurarnos de que sus tonos combinen con el color de nuestro sofá y en general, con la decoración de nuestro salón (siempre en base a nuestros gustos, por supuesto).

Cuando vayamos a comprar nuestras fundas de sofá, y teniendo en cuenta que aspiramos a que nos duren mucho tiempo, también será un buen momento para buscar un plaid y unos cojines a conjunto o que igualmente combinen. Los plaids son realmente versátiles, pudiendo terminar utilizándolos tanto para el sofá como para tenerlos encima de nuestra cama, mientras que los cojines nos pueden dar mucho juego.