Es habitual lavar regularmente las sábanas de nuestra cama, así como la funda de almohada. ¿Pero cada cuánto tiempo y cómo lavar la almohada? ¿Y qué consideraciones deberíamos tener en cuenta?
Algunas personas tratan de postergar el hecho de lavar las almohadas el máximo tiempo posible, porque consideran que el secado exige bastante tiempo y, de quedar algo de humedad en su interior, terminarán apareciendo hongos, ácaros y bacterias. En realidad éstos aparecen precisamente si no las lavamos con frecuencia.
Cómo lavar la almohada
Antes que nada, como decimos siempre, lo más recomendable es revisar las instrucciones de la propia etiqueta de la almohada. Ahí encontraremos detalles y consejos para su limpieza, así como la temperatura máxima recomendada. Por lo general, ninguna almohada debería lavarse a más de 40º C.
Pero también deberemos tener en cuenta el relleno. ¿Es de plumas? ¿Es sintética? Si estamos en el primer caso, son especialmente delicadas. A la hora de lavarlas es importante comprobarlas bien para asegurarnos de que no tengan ninguna parte descosida, que pueda provocar pérdida del relleno o que se acabe deformando.
¿Cada cuánto tiempo deberíamos lavarla la almohada?
Aunque esto depende de bastantes factores, como si sudamos, el tipo de funda que utilizamos, etc., sería recomendable lavarlas tres o cuatro veces al año.
Cómo lavar la almohada según su relleno
Cómo lavar una almohada viscoelástica
Si se trata de una almohada viscoelástica transpirable (una vez más, esto deberíamos poderlo comprobar en la propia etiqueta), podemos meterlas en la lavadora sin problemas.
En el caso de tratarse de una almohada viscoelástica moldeable, no podemos meterla en la lavadora. Tendremos que lavarla a mano, aunque resultará sencillo. Para ello verteremos agua templada con una pizca de detergente suave. A continuación humedeceremos un paño y la iremos limpiando aplicando movimientos circulares. Podemos hacer uso de una toalla para secar un poco las partes con demasiada humedad.
Una vez lavada, lo más recomendable es dejarla secar en un punto con buena ventilación. En el caso de vernos en la necesidad de secarlas rápidamente para poder usarlas, también tenemos la opción de utilizar la propia aspiradora, eso sí, siempre con mucho cuidado y haciendo uso del adaptador más delicado que tengamos.
Cómo lavar una almohada de látex
Si se trata de una almohada de látex hipoalergénico, en principio no sería necesario lavarla, siempre cuidando y lavando con frecuencia la funda protectora.
Las almohadas de látex normal sí que deben lavarse. Salvo que indique lo contrario en la etiqueta, merece la pena lavarla directamente a mano.
Podemos llenar un recipiente con agua templada añadiéndole detergente especial para prendas delicadas. Y lo mismo que con las almohadas viscoelásticas moldeables, utilizamos un paño procurando que no esté muy húmedo y la vamos lavando aplicando movimientos en círculos. Nos podemos valer de toallas y dejarlas secar directamente al sol.
Cómo lavar una almohada de plumas
Las almohadas con relleno de plumas naturales o plumón no deberían lavarse. Es importante revisar la etiqueta para saber exactamente de qué tipo de almohada se trata, ya que a veces se trata de plumas sintéticas. En el caso de las almohadas con relleno de plumas sintéticas, sí es posible e incluso recomendable lavarlas a máquina. Siempre utilizando programas de centrifugado delicados y sin exceder nunca las temperaturas de 40ºC.
El truco de introducir pelotas de tenis en la lavadora es especialmente indicado para este tipo de almohadas. Evita secarlas a altas temperaturas, intentando que el relleno quede uniforme y las plumas no se apelmacen. Si es en un punto al aire libre, mejor que mejor. ¡Y nada de plancharlas!
Cómo lavar una almohada de fibra o sintética
Este tipo de almohadas también pueden lavarse a máquina, eso sí, con programas para prendas delicadas, haciendo uso de detergente suave y evitando centrifugarla para no estropearla.
Para secarla, podemos utilizar la secadora, siempre haciendo uso del programa menos potente. En el caso de que la vayamos a secar al aire libre, es mejor dejarla sobre una superficie recta y colocarla en un punto en el que el sol no le de directamente.
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