El Feng Shui (y el estilo de decoración Feng Shui) es una antigua filosofía china que podríamos definir como la búsqueda del equilibrio y de la serenidad en nuestras vidas, a través de las corrientes de energía que circulan por nuestros propios hogares. Esta disciplina milenaria se basa en la optimización del “Chi” (nuestra energía vital) a partir de los cinco elementos: la tierra, el fuego, el agua, el metal y la madera.
Su origen se remonta a la China de hace más de 3.000 años, y su traducción literal sería “Feng” (“Viento”) y “Shui” (“Agua”), haciendo una clara referencia a las corrientes infinitas que fluyen por nuestro mundo y a la influencia de las energías en nuestro bienestar y en nuestra salud.
Si bien es cierto que esta definición puede resultar un poco extraña o incluso misteriosa, la realidad es que aplicar la filosofía propuesta por el Feng Shui en nuestra casa es algo mucho más sencillo de lo que cabría esperar. El objetivo es lograr tener un hogar más armonioso, más equilibrado, más ordenado y más estético. En definitiva, más saludable.
Lo maravilloso del Feng Shui radica precisamente en su simplicidad, destacando siempre su capacidad para influir en nuestro propio estado de ánimo. Más que una disciplina, podríamos (y deberíamos) considerarlo un arte: el arte de lograr ubicar y reaprovechar objetos cotidianos que ayuden a fluir las energías que pueden afectar en todas las facetas de nuestras vidas.
Aplicando el Feng Shui en cada estancia de nuestro hogar
Según el Feng Shui, cada hogar tiene su propia energía, del mismo modo que sucede con las personas que habitan en el mismo. Así que de lo que se trata principalmente es de buscar la mejor armonía en el entorno. Las reglas del Feng Shui se basan en la búsqueda del equilibrio de los cinco elementos mencionados. Cada uno de estos elementos viene a representar cualidades tales como la sabiduría, el crecimiento interior, la creatividad…
¡Vamos a hablar con más detenimiento de cada uno de ellos!
Decoración estilo Feng Shui: Elemento tierra
Este elemento revitalizador guarda relación directa con la fuerza física, pero también con el equilibrio y con nuestra estabilidad mental. Para incorporarlo en nuestra casa, podemos algunas de las paredes en colores con tonalidades color tierra, principalmente colores claros, así como añadir detalles decorativos como puedan serlo fotos inspiradoras de paisajes.
Decoración estilo Feng Shui: Elemento madera
En el Feng Shui, la madera simboliza la vitalidad, la creatividad y también el crecimiento interior. Sus colores son el verde y el azul. A la hora de decorar con este elemento, es interesante imitar formas naturales como las de los árboles, las hojas o las flores.
Decoración estilo Feng Shui: Elemento agua
El agua es el elemento que viene a simbolizar la espiritualidad. Si queremos aplicar este elemento en nuestro hogar, podemos hacerlo utilizando espejos, así como fuentes (si son de piedra o similares, con formas asimétricas, mejor que mejor). En el caso de los espejos y de las fuentes, su tamaño es secundario. Lo importante es que nos transmitan una sensación de paz y relajación.
Decoración estilo Feng Shui: Elemento fuego
El fuego es el que controla nuestras pasiones, nuestra energía, nuestra dedicación y la transformación del día a día. Podemos decorar con colores como el rojo, el rosa o el morado, jugar con la iluminación y por supuesto, añadir velas.
Decoración estilo Feng Shui: Elemento metal
El metal es el elemento que guarda relación con la eficacia y la lógica. Los elementos metálicos, especialmente aquellos con formas esféricas, ayudarán a potenciar nuestra productividad.
A través de estos sencillos consejos de decoración podemos comenzar a incorporar el Feng Shui en nuestro hogar de manera sencilla. ¡Seguro que luego nos dan ganas de profundizar más!
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