El sofá es realmente una extensión de nuestro propio hogar y a la vez, un punto clave de nuestro salón. Hoy queremos hablar sobre cómo darle un toque de calidez a nuestro sofá, haciéndolo más acogedor, tanto para nosotros como para el resto de habitantes de la casa o posibles invitados. Y es que en estas tardes y noches más frías, hay pocos placeres tan grandes como el relajarnos tranquilamente en el sofá de nuestra casa, ya sea para disfrutar leyendo un buen libro o para ver una película que nos apetezca.
En primer lugar, si nuestro sofá ya tiene algún tiempo a sus espaldas y ya presenta marcas de uso, o si por el contrario su estado es flamante y nos gustaría que permaneciese como nuevo por el mayor tiempo posible, lo más inteligente sería buscar una buena funda de sofá a medida. En el caso de que convivamos en casa con mascotas o con niños, una funda para el sofá también será una excelente manera de mantenerlo más protegido de cara a posibles arañazos, manchas difíciles o marcas de desgaste.
Pero además de la protección o de la decoración, unas fundas de sofá de calidad también suponen otro valor añadido que a veces se nos pasa por alto: aportar ese primer toque de calidez. Y es que a menudo el tacto directo con el tejido del sofá puede resultar un tanto frío. Esto es algo que podemos cambiar de manera automática cubriéndolo con una funda de sofá.
¿Ya hemos escogido la funda para nuestro sofá en base a nuestros gustos? ¡Genial! Pues ahora podemos visualizar el sofá como un lienzo en blanco sobre el cual es posible dibujar. ¿Cómo nos gustaría componerlo?
Aquí es cuando juegan un papel determinante dos elementos clave: los plaids como los cojines.
Como darle un toque de calidez a nuestro sofá: escogiendo el plaid
Tal y como sucede con la funda del sofá, para gustos están los colores. Al final, sólo nosotros estamos capacitados para determinar cuál es la combinación que queda realmente genial con el color de la funda o del propio sofá. Se trata de buscar algo que sea práctico. El plaid será tanto un elemento decorativo como práctico a la vez, ya que podremos hacer uso de él para taparnos cuando después de un rato en el sofá empecemos a quedarnos helados. También podemos reemplazarlo por un foulard, o dependiendo del tamaño del sofá, hacer una combinación de ambos.
Como darle un toque de calidez a nuestro sofá: seleccionando los cojines
En cuanto a los cojines, aquí conviene anteponer la comodidad por encima de todo. Eso sí, intentando no renunciar a unos colores armoniosos que encajen con el resto del conjunto. Respecto a las formas y a los tamaños de los mismos, todo dependerá de nuestros gustos pero también del uso que vayamos a darle (¿solemos ver la televisión en nuestro sofá? ¿acostumbramos a estar sentados? ¿o nos recostamos e incluso nos tumbamos frecuentemente?).
Lo importante es no llegar a recargar en exceso (demasiados cojines pueden llegar a resultar tan molestos como el hecho de no tener suficientes). Un sofá de tres plazas generoso podría estar acompañado de cuatro cojines de tamaño estándar.
Desde luego, todo ello depende también de si solemos hacer uso del sofá en solitario o en compañía.
El sofá de nuestra casa es un punto vital en el que relajarnos y desconectar de la rutina diaria. Si cuidamos de nuestra cama como si fuese un espacio casi sagrado, ¿por qué no vamos a hacer lo mismo con nuestro sofá?
Y vosotros, ¿qué uso soléis darle al sofá de casa?
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