A nadie se le olvida lavar las toallas con frecuencia, ¿verdad? Sin embargo con las alfombrillas de baño no siempre es así. Muchas personas las lavan de manera puntual o únicamente cuando hacen una limpieza más en profundidad.
Lo cierto es que la alfombrilla de baño es un aparte fundamental de nuestra ropa de baño y es muy importante mantenerla limpia.
Hoy vamos a hablar sobre cómo lavar y mantener la higiene en nuestras alfombras de baño.
Las alfombrillas de baño suelen estar guardadas junto a la ducha o incluso colgadas. Su función es convertirse en el punto en el que apoyaremos nuestros pies después de darnos una ducha. Esto implica que inevitablemente se van a empapar y quedar húmedas. Si a esto le sumamos que cuando las utilizamos están en el suelo, acumulando polvo y suciedad, se convierten en carne de cañón para las bacterias y los microorganismos que queremos evitar tener en nuestro baño a toda costa.
Entonces, ¿con qué frecuencia deberíamos lavar la alfombra de baño?
Por regla general, sería recomendable lavarlas más o menos cada semana, o como mucho cada dos semanas, ¡aunque a nosotros nos parezca que siguen limpias!
Por supuesto todo dependerá de nuestro hogar y de nuestros hábitos. Desde luego no es lo mismo vivir solo a ser varias personas en una misma casa, o tener niños. Si hacemos un mayor uso de la alfombrilla de baño, tendremos que lavarlas con mayor frecuencia para evitar que puedan aparecer hongos o moho.
¿Cómo lavar las alfombras de baño?
La primera cuestión que mucha gente se pregunta es, ¿se puede lavar la alfombra de baño a máquina? En muchas ocasiones el propio fabricante puede añadir instrucciones detalladas en la etiqueta del producto, indicando si es conveniente lavarla a máquina o no, según el tipo de tejido y las características. Por lo general, sí es posible hacerlo. Eso sí, en el caso de ser posible, como máximo a 30 grados y siempre que nos sea posible, dejándola secar al aire libre en vez de utilizar la secadora.
También sería recomendable evitar el uso de suavizantes, lejía y, por encima de todo, evitar lavarlas en seco. De esta manera reduciremos las posibilidades de aparición de posibles manchas que acaben dañando nuestra ropa de baño.
Otro punto desaconsejable sería planchar nuestra alfombrilla de baño.
Y en caso de tener animales en casa, antes de lavar nuestra alfombrilla, siempre resulta conveniente sacudirla bien para quitar posibles pelos.
¿Y si tienen manchas o están muy sucias?
Es cierto que en ocasiones las alfombras de baño pueden tener manchas más complicadas de eliminar, o haber cogido malos olores… Aún en estos casos, lo recomendable es prescindir del agua demasiado caliente, ya que podríamos hacerla encoger. En vez de eso, podemos dejarla en remojo unos 20 minutos añadiéndole al agua bicarbonato. El tiempo también puede ir en función de la gravedad de las manchas o de los olores. Después de tenerla en remojo, la lavaríamos tal y como lo haríamos habitualmente.
Cómo secar las alfombrillas de baño
La mayoría de las alfombras de baño mantienen su aspecto y durabilidad durante más tiempo si evitamos secarlas en la secadora. En caso de no tener posibilidad de secarlas al aire libre (nos hace mal tiempo, etc.), si tenemos que recurrir a la secadora, conviene hacerlo a la mínima potencia.
Si las toallas de baño son antideslizantes, con gomas en la parte inferior para evitar que nos resbalemos, todavía es más recomendable evitar el exceso de calor, ya que podría degradar la goma o hacer que perdiese efectividad.
Cómo alargar la vida útil de nuestra alfombra de baño
Prolongar al máximo posible la vida útil de nuestra alfombrilla de baño es algo bastante sencillo. Lo más importante es mantener una limpieza frecuente y secarla con las pautas que hemos mencionado. Así es como nos aseguraremos que nos dure bastante tiempo.
Lo más importante es que después de su uso, evitemos que la alfombrilla permanezca húmeda demasiado tiempo. Si nos acostumbramos a colgarla después de utilizarla en un punto con ventilación, su vida útil se prolongará considerablemente.
¿Cada cuánto tiempo deberíamos reemplazar la alfombra de baño?
Si la alfombrilla se utiliza a diario, deberíamos cambiarla aproximadamente una vez al año. Si somos muy cuidadosos con ella, a la hora de limpiarla y mantenerla seca, podemos alargar un poco su vida. Si por ejemplo tenemos una alfombrilla de baño en el cuarto de baño de la habitación de invitados, y ésta no suele utilizarse con frecuencia, podemos mantenerla perfectamente durante años, mientras no presente señales de uso.
Invierte en una alfombra de calidad, ya que la diferencia de precio suele ser mínima, y si tenemos en cuenta el tiempo que nos va a durar, realmente sale más rentable. Las alfombrillas de baño de mala calidad tienden a deshilacharse y a perder su capacidad de absorción rápidamente.
Además, una alfombrilla de calidad y con un diseño armonioso le dará un toque distinto a nuestro cuarto de baño. Aparte del placer que supone salir de nuestro baño o de nuestra ducha y posar los pies en una alfombrilla realmente suave, absorbente y esponjosa.
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