Para ello hemos elaborado una breve guía para cuidar las toallas en el día a día, y así aprovecharlas al máximo.
¿Qué debemos evitar a la hora de lavar las toallas?
Si queremos mantener nuestras toallas en un estado óptimo, lo primero que tenemos que tener en cuenta es evitar el uso de suavizantes o de blanqueadores, puesto que afectan a las fibras naturales. De igual manera debemos mantener nuestras toallas lejos de productos de limpieza o productos de cuidado personal, ya que podrían dañarlas o decolorarlas muy fácilmente.A la hora de lavarlas, es importante no hacerlo conjuntamente con otras prendas que puedan tener cremalleras, velcros u otras partes que puedan engancharse al tejido. Lo ideal es lavar las toallas junto con el resto de toallas. Si por algún motivo un día tenemos que lavarlo con este tipo de prendas (por prisas, etc.), en caso de que se nos termine enganchando a la toalla, nunca debemos tirar. Lo más recomendable sería cortar el hilo que se haya salido o enganchado cuidadosamente con unas tijeras.
Lavando las toallas con la lavadora
Las toallas deberían lavarse cada tres usos. Lo más recomendable sería hacerlo con agua fría y, en caso de utilizar detergente, hacerlo en una cantidad mínima. Si se acumula demasiado detergente afectará al secado. Si lavamos las toallas únicamente con las toallas (y con otros artículos del baño, como albornoces), evitaremos la aparición de las dichosas bolitas. Y si además las separamos por colores, mejor que mejor.¿Cómo secar nuestras toallas?
Lo primero: antes de ponernos a secar nuestras toallas, tenemos que sacudirlas para que queden bien esponjosas. En caso de usar una secadora, lo haremos siempre a muy baja temperatura y durante muy poco tiempo, ya que un calor excesivo afectará a los tejidos.
Siempre que sea posible, lo mejor es tenderlas bien estiradas y dejarlas secar al aire libre. Incluso cuando ya sólo esté un poco húmeda, podemos meterla después en la secadora, para que así no se queden rígidas.
Nunca guardaremos las toallas hasta que no estén absolutamente secas, y evita abarrotar en exceso tus armarios o cajones, ya que si los llenamos demasiado las toallas terminarán arrugándose.
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