A veces, la diferencia entre una buena siesta o una noche en la que descansemos mal radica en el edredón. La combinación correcta de edredón y funda nórdica puede marcar la diferencia en nuestro descanso. Si escogemos el tejido equivocado, puede que pasemos frío mientras dormimos o que por el contrario, nos despertemos sudando en mitad de la noche. Y es que muchas personas todavía cometen el error de considerar los edredones como algo secundario, quizás olvidando que con la ropa de cama podemos llegar a tenerlo todo: la estética y la comodidad. ¿Por qué deberíamos conformarnos con menos?
La idea de tener que ponernos a buscar un nuevo edredón puede saturar un poco a algunas personas, especialmente a aquellos que son de los que todavía creen que todos los edredones son iguales. ¡Nada más lejos! Puede que no den tanto juego como las fundas nórdicas, pero desde luego pueden ofrecernos muchísima versatilidad, especialmente a la hora de marcar el estilo. Hoy vamos a explicar concretamente qué es un edredón, cómo funcionan las fundas nórdicas y con qué tipo de edredón podremos dormir mejor.
¿Qué es un edredón?
Si bien es cierto que las fundas nórdicas y los edredones son una de las partes más importantes de nuestra cama, también son las que más dudas levantan. Muchas personas se preguntan qué es exactamente un edredón, qué es una funda nórdica o qué es un juego de fundas nórdicas, confundiendo unos textiles con otros.
La anatomía de este tipo de ropa de cama es muy sencilla. Podríamos definir un edredón, hablando pronto, como una manta mullida y muy acolchada (habitualmente rellena de plumas, de lana o de algún material sintético) para mantener el calor de nuestra cama mientras dormimos. Los edredones son una única pieza, y esta pieza en concreto es la que va en el interior de una funda nórdica. Estas prendas han sido concebidas desde un principio para ser utilizadas como un complemento, tal y como sucede con la almohada y la funda de almohada.
¿Qué es una funda nórdica?
Como explicábamos, si en nuestro ejemplo los rellenos nórdicos son como la almohada, las fundas nórdicas serían como una funda de almohada. Son la parte que cubre el relleno nórdico para mantenerlo protegido de los gérmenes y de las bacterias de nuestro propio cuerpo (o también para los que disfrutan de comer en la cama, por qué no decirlo). El edredón se desliza en el interior de la funda.
Y ya que lavar edredones y colchas puede ser un poco engorroso (especialmente si nuestra lavadora es pequeña), resulta mucho más práctico, cómodo y sencillo retirar la funda nórdica y lavarla junto al resto de nuestras sábanas y fundas. ¡Pero aparte de esta ventaja, tiene algunas más!
Otro punto importante es que a muchas personas les encanta cambiar las fundas nórdicas según la época del año. En verano pueden preferir utilizar tejidos más ligeros, como el lino, mientras que en los meses más fríos del año optan por tejidos más resistentes. Además a algunas personas les gusta combinar las fundas de un edredón o una manta, ofreciendo una gama de colores más completa y personalizada, al mismo tiempo que abrigan su cama.
Ya sea por un cambio de estación o bien porque simplemente nos apetece darle otro toque a nuestro dormitorio, es mucho más sencillo y económico cambiar una funda nórdica que cambiar el edredón entero.
¿En qué se diferencia un edredón de una colcha?
Puesto que mucha ropa de cama a priori parece tener funciones similares, a veces surgen cuestiones como si utilizar una colcha en vez de una manta, un edredón… Este tema cobra especial importancia en el caso de los edredones y las colchas. Algunas personas están convencidas de que en realidad son el mismo tipo de producto. Otras tienen muy claro que no es así. ¿Cuáles son realmente sus diferencias?
La respuesta es sencilla. Tanto los edredones como las colchas son cubrecamas, pero los edredones son independientes. Por otro lado, un edredón ha sido diseñado y concebido para ser utilizado en el interior de una funda nórdica. Ni un edredón es mejor que una colcha, ni una colcha es mejor que un edredón. Simplemente son distintos y escoger uno u otro dependerá del uso que queramos darle.
Edredones y nórdicos, ¿cuál es mejor?
Un edredón es una opción estupenda para una persona que cambia regularmente la decoración de su habitación. Porque como hemos comentado anteriormente, en vez de tener que comprar un edredón nuevo, que siempre va a resultar más costoso, bastaría con cambiar la funda nórdica para lograr un aspecto y una sensación diferente. Y como no hay que estar lavándolos tanto, al estar protegidos por una funda, son más fáciles de cuidar y mantener en el tiempo.
En contrapartida con un nórdico, un edredón puede ser menos versátil. Las fundas nórdicas, especialmente si no están bien estiradas, pueden quedar un poco descolocadas durante su uso. Y por otro lado, cambiar la funda no deja de ser un paso adicional a la hora de hacer y preparar nuestra cama, independientemente de que sea algo sencillo.
Tipos de nórdicos
Al igual que sucede con los edredones, los nórdicos pueden estar rellenos de diferentes materiales. Lo habitual es que estén rellenos de plumón (o de una combinación de plumón y plumas), de lana o bien de alguna fibra sintética. El plumón ha sido hasta ahora una opción bastante popular, no obstante al proceder de patos y de gansos, plantea una serie de cuestiones éticas en el consumidor.
La opción de la lana es también bastante habitual, especialmente para quienes padezcan de alergias de interior. Al igual que las alternativas de plumón hipoalergénico, la lana de alta calidad protege contra los ácaros del polvo, contra el moho y contra los hongos. Las personas que sufren alergias también pueden hacer uso de un protector nórdico, que termina actuando como barrera contra los alérgenos.
Cómo usar correctamente una funda nórdica
La mayoría de las fundas nórdicas que se comercializan incluyen lazos, botones o clips para mantener bien sujeto nuestro edredón, evitando así que se deslice o que se amontone. A pesar de ello, algunas personas acaban teniendo problemas para mantenerlo en su sitio. Merece la pena averiguar cómo mantenerlo sujeto correctamente y tomarnos la molestia de hacerlo, ya que tampoco presenta mayor dificultad.
Puede que en algún momento dado no nos apetezca complicarnos la vida con la funda nórdica, o quizás hemos tenido un imprevisto, o todavía no se nos ha secado toda la ropa de cama que lavamos, o puede que incluso nos haya sorprendido el calor antes de lo esperado. Si te ves en alguna de estas situaciones, quizás te preguntes si se puede utilizar una funda nórdica por separado. La respuesta es que sí. Una funda nórdica por sí sola no deja de ser una opción más ligera con un efecto similar a dormir con dos sábanas encimeras juntas.
Es muy importante revisar siempre las medidas de la ropa de cama que compramos y de nuestro propio colchón, y tener en cuenta si estamos utilizando un cubrecolchón, un topper… Si duermes en pareja y ésta tiene la costumbre de quitarte las sábanas, es posible que quieras comprar directamente una talla un poco superior. Recuerda que si aumentas el tamaño de la funda y utilizas un nórdico más pequeño, le darás a la cama un aspecto y una sensación más mullida y esponjosa. Pero si te atrae más una cama plana, busca que sean siempre del mismo tamaño.
¿Qué edredón y qué funda nórdica debo comprar?
Es una opción muy personal a la que sólo tú puedes responder. Sólo tú puedes saber a la perfección qué tipo de edredón y de funda nórdica se adaptan mejor tanto a ti como a tu dormitorio. Actualmente existen muchísimas opciones como para buscar la ropa de cama que encaje perfectamente con nuestros gustos y con nuestro estilo de vida, ya sea que tengamos una casa moderna, más clásica, etc. Aunque seas de aquellos a los que les cuesta elegir, escoger una funda nórdica es una de las compras más sencillas que podemos hacer. ¡Escoge dos y ve alternándolas según el tiempo o tu estado de ánimo!
2 comentarios
Muchas gracias por la explicación me sirvió de mucho ahora todo esta mas claro para mi.
Muy interesante esta información. Gracias por compartir!
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